Ganado: Seis erales del Conde de la Maza, bien presentados en líneas generales, destacando por su nobleza el tercero.
Alejandro Castro: estocada y tres descabellos (ovación).
Javier González: estocada que asoma, estocada y seis descabellos (silencio tras un aviso).
Curro Jiménez: estocada, pinchazo y estocada (una oreja tras un aviso)
Solano González: estocada (una oreja).
Israel de Córdoba: estocada (dos orejas).
Rafael Castellanos: estocada, pinchazo y tres descabellos (silencio).
Plaza: Almedinilla. Media entrada.
Alejandro Castro: estocada y tres descabellos (ovación).
Javier González: estocada que asoma, estocada y seis descabellos (silencio tras un aviso).
Curro Jiménez: estocada, pinchazo y estocada (una oreja tras un aviso)
Solano González: estocada (una oreja).
Israel de Córdoba: estocada (dos orejas).
Rafael Castellanos: estocada, pinchazo y tres descabellos (silencio).
Plaza: Almedinilla. Media entrada.
Desde que en el año 2003 el V Califa actuara junto a su hijo Julio en la plaza de toros que lleva su nombre en Almedinilla, esta bella localidad de la Subbética se ha convertido desde entonces en una cita obligada para los aficionados a la Fiesta durante los primeros días del mes de mayo. En esta ocasión, con una respuesta de público algo menor de lo esperada, el sábado día 3 se anunciaba un festival con cuatro cordobeses en el cartel, un jiennense, un manchego, y ganado del Conde de la Maza, a la postre lo más interesante de un festejo en el que los tercios de banderillas y las actuaciones de los puntilleros fueron, en algunos casos, de juzgado de guardia.
Así, con unos erales que en la mayoría de los casos estuvieron por encima de la voluntariosa terna, el festejo de Almedinilla se resume en un puñado de detalles, con la excepción de las faenas de Curro Jiménez e Israel de Córdoba, sin miedo a equivocarnos, las de mayores argumentos de la tarde.
El prieguense, muy cómodo y con mucho mando y soltura, recibió rodilla en tierra al tercero de la tarde, un ejemplar muy noble tanto en el capote como en la muleta, lo que favoreció la actuación de Jiménez, que ligó varias tandas con mucho temple por el pitón derecho bajando enteros su actuación al cambiar de mano, para luego recuperarse nuevamente al volver con la diestra y recurrir a los rodillazos y estatuarios. Faena seria la de Curro Jiménez que perdió con los aceros los máximos trofeos
Por su parte, Israel de Córdoba, tras probar a su eral por el pitón derecho, por el que tenía que corregir constantemente la posición ante la embestida brusca y suelta del animal, comenzó a dominarlo con el toreo al natural, gracias a cuatro series cortas pero intensas y de mucha enjundia, con los engaños a media altura y rematadas con larguísimos pases de pecho. Mató rápido y tal como había transcurrido la tarde, el presidente, un tanto benévolo, le concedió, casi sin petición por parte del respetable, las dos orejas.
También tocó pelo Francisco Solano González, que recibió a su novillo con un buen ramillete de verónicas, intentándolo por ambos pitones con la muleta, aunque sin llegar a cuajar una faena consistente.
De vacío se fueron el también cordobés Alejandro Castro, que tras un vistoso trasteo se diluyó con la muleta ante la brusca embestida del eral, Javier González, que perdió las orejas por su mal uso de los aceros, y Rafael Castellanos, que en una brevísima faena de muleta, ofreció pinceladas del toreo que atesora.
P.D. Crónica publicada en Diario CÓRDOBA (04/05/2008)
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