Ganado: seis toros de Núñez de Tarifa, el sexto bis un sobrero de la misma ganadería, muy bien presentados y colaboradores, destacando primero y tercero, de nombre Clavituerto, que fue premiado con una vuelta al ruedo.
Juan Serrano Finito de Córdoba: estocada (oreja); estocada (oreja).
David Fancila El Fandi: estocada (dos orejas); media estocada trasera (oreja).
Alejandro Talavante: estocada caída (dos orejas); estocada tendida y dos descabellos (oreja).
Plaza: Cabra. Media entrada en tarde de mucho calor.
En los prolegómenos del festejo, en una de las paredes del arco de acceso al ruedo desde el patio de cuadrillas, se descubría un azulejo conmemorativo del 25 aniversario de la alternativa de Juan Serrano.
Alejandro Talavante volvía a demostrar ayer en Cabra que atraviesa un momento dulce en su carrera, siendo en la actualidad uno de los matadores del escalafón que, utilizando el argot, «cualquier toro le vale para montar faena», no importándole la categoría de la plaza en la se anuncie o actúe.
Si a este particular estado de gracia añadimos un ganado colaborador, la actuación del extremeño se convierte en un rotundo éxito, como ocurrió ayer en el tercero de la tarde, de nombre Clavituerto, con el que Talavante alcanzó altas cotas toreando con la derecha, aprovechando las largas embestidas del de Núñez de Tarifa, que fue hasta dos veces al caballo, algo insólito en los tiempos que corren donde el tercio de varas se ha convertido en un puro simulacro.
Tras los estatuarios en el mismo centro de la plaza con los que arrancó la faena de muleta, sin probaturas previas Talavante tomó los engaños con la zurda para dejar una gran tanda, cambiando a renglón seguido al pitón contrario, por el que, con ligazón, mucho temple y gusto, bordó el toreo, adornándose con unos ceñidos invertidos, en los que aguantó más de un parón de su oponente y que terminaron de completar una actuación, breve pero intensa, que rubricaba con una ceñidas manoletinas.
En el que cerraba plaza, un sobrero de la misma ganadería y que subió un punto la más que aceptable presentación del encierro, volvía a intentarlo, aunque sin la rotundidad alcanzada en su primero, en una faena de más a menos en la que sobresalieron varias tandas por el pitón derecho de muchos quilates.
Pero no quedó la tarde en el excelso toreo del extremeño, ya que los aficionados pudieron paladear dos faenas de Finito de Córdoba plagadas de detalles, particularmente al primero de su lote, con el que pese a su falta de fuerza, se gustó el torero con la zurda, y de qué manera, dejando varias tandas para el recuerdo, así como un ramillete de adornos, trincherillas y pases del desprecio de un profundo aroma.
Lo intentó Finito en su segundo y se le veía cómodo en la primera parte de la faena, con varias tandas por ambos pitones de mucho empaque, hasta que mediada la actuación su antagonista comenzó a cabecear de manera molesta en mitad de cada pase desluciendo notablemente su encuentro con los engaños.
Completaba el cartel David Fandila El Fandi, que sustituía al aún convaleciente Roca Rey, lo que supuso para la empresa un serio revés habida cuenta de las entradas que se devolvieron en los prolegómenos del festejo y las numerosas reservas que finalmente, no se recogieron en taquilla. En su línea, el granadino volvía a destacar con el capote y las banderillas, para luego con la muleta bajar muchos enteros, al abusar en exceso del pico. Aún así, en su primero, tras un airoso trasteo de rodillas y dos tandas con la derecha, dejó una serie por el pitón izquierdo ciertamente estimable, luego completadas con los consabidos molinetes, adornos y desplantes.