El idilio de Curro Jiménez con Jaén no tiene parangón. En su escuela taurina se formó, en el coso de La Alameda debutó con picadores y también, en la plaza de toros de la capital del Santo Reino se doctoró el pasado año como matador.
Con estos argumentos, entiendo que algunos medios de comunicación lo hicieran jiennense en su alternativa y ahora, como podemos comprobar en la cartelería del festejo del próximo domingo, lo hayan convertido de golpe y porrazo en torero de Jaén.
No me voy a meter en camisas de once varas con este tema, pero al César lo que es del César, y Curro, todo corazón, sencillez y honestidad de los pies a la cabeza, un tío cabal como pocos, es de Priego de Córdoba, o sea prieguense hasta el tuétano.
Por eso, espero y deseo que cuando se anuncie en grandes plazas y ocupe titulares de periódicos (algo que deseo y espero), todos se acuerden de que es de Priego, aunque con tanto ir y venir a Jaén, muchos lo consideren 'lagarto'.
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