lunes, 17 de marzo de 2008

TRES ESTILOS DE REJONEO



Ganado: seis toros de El Sierro, desiguales de presentación y juego. Anovillados primero, segundo y tercero. Algo mejor presentados cuarto, quinto y sexto.
Martín Burgos: pinchazo y rejón atravesado y contrario (una oreja); y dos pinchazos y rejón (una oreja).
Joao Moura: pinchazo y medio rejón (ovación); y rejón tendido (dos orejas).
Leonardo Hernández: pinchazo y rejón algo trasero (dos orejas); y rejonazo (dos orejas).
Plaza: Cabra. Menos de media entrada en tarde de temperatura agradable.
Cabra inauguró ayer Domingo de Ramos su temporada con un entretenido festejo de rejones en el que los espectadores pudieron presenciar tres estilos distintos de concebir el toreo a caballo. La terna, que tuvo que sobreponerse a un ganado nada colaborador y que manseó en exceso, suplió su juventud con unas tremendas ganas de agradar al respetable, que fue animándose a medida que avanzaba la tarde.
Y es que los dos primeros toros fueron una mera anécdota hasta que Leonardo Hernández saltó al ruedo con Quieto , caballo con el que protagonizó un espectacular tercio de banderillas, con acrobáticas piruetas que levantaron a los tendidos en varias ocasiones. Muy certero en la colocación, Hernández toreó con mucho oficio al complicado tercero, que esperaba a las cabalgaduras una y otra vez junto a las tablas, lo que dificultaba las suertes. En el segundo de su lote, Leonardo realizó una faena breve pero intensa, toreando de costadillo y clavando en todo lo alto tanto las banderillas a una mano como las cortas y la rosa con la que completó una actuación cuyo epílogo fue un certero rejonazo.
Frente a la facilidad de Hernández para conectar con los tendidos, Martín Burgos y Joao Moura, con estilos radicalmente opuestos, tuvieron que poner toda la carne en el asador para salir a hombros. Así, el portugués, muy frío y calculador en su primero, realizó una gran faena a su segundo, al que cosió literalmente a la montura de sus cabalgaduras, colocando las banderillas con suma facilidad y destreza, incluso las cortas a dos manos.
Por su parte, Raúl Martín lo intentó en el que abría plaza, toro muy parado desde salida y en el que falló en exceso a la hora de la colocación, arriesgando más en el segundo de su lote, en el que destacó en varios pares de poder a poder, en las banderillas a dos manos y en las cortas al violín.
Foto: José Luis Serena

No hay comentarios: