martes, 12 de agosto de 2014

LA ACTUACIÓN DE "CORCHAÍTO" EN LAS CANTERAS


He comentado en varias ocasiones que por Las Canteras ha pasado prácticamente la flor y nata de la torería patria en sus 122 años de historia, al menos hasta el inicio del actual siglo. Junto a los cinco Califas, fueron muchos los matadores, novilleros y becerristas cordobeses que hicieron el paseíllo en el coso prieguense y escribieron, en algunos casos, gloriosas páginas en la ya densa historia de tauromaquia subbética.
Pero el caso que nos ocupa tiene su aquel, ya que como tan acertadamente recuerda Ladislao Rodríguez Galán en Diario Córdoba, hoy se cumplen cien años de la sepultura en el cementerio de San Rafael de Fermín Muñoz González "Corchaíto", herido de muerte tres días antes en Cartagena.
Corchaíto fue protagonista de varios festejos programados en Las Canteras en los primeros años del siglo XX, en concreto en 1904, 1905 y 1906 , como así recoge Miguel Forcada en su libro Fiestas de toros en la comarca de Priego de Córdoba. 
Se da la circunstancia de que Corchaíto estuvo anunciado en 1904 en un espectáculo que finalmente no llegó a celebrarse, e igualmente en 1906, en un mano a mano con Manolete (padre), festejo éste en el que finalmente no actuó. Algo que sí ocurrió en 1905 compartiendo cartel con  Rafael Molina Martínez "Lagartijo Chico", lidiando reses de José María Peñalver, siendo ésta la única vez que el diestro de El Viso de los Pedroches actuaría por tanto en Priego, aunque con la salvedad que lo hizo como novillero, ya que no se doctoró hasta 8 de septiembre de 1907, en Madrid.
Por su valor documental, reproducimos íntegramente la crónica que publicaba El Defensor de Córdoba el 5 de Septiembre de 1905, sobre el festejo celebrado dos días antes en Priego y recogida por Enrique Alcalá en su obra Priego y Prieguenses en la prensa cordobesa (1852-1952).

Desde la barrera.
El cartel es regular
seis toros de Peñalver,
que muy buenos deben ser,
si lo hemos de juzgar
por su presencia y poder.
Lagartijo con su gente
matará los tres primeros,
y al arrastrarse el tercero
un novillero valiente,
Corchaíto ¡un buen torero!
despachará los vivientes.
La plaza está casi llena
bastantes aficionados
han venido de Lucena,
de Loja, Cabra y Baena
y saldrán muy disgustados
si la cosa no está buena.
Muchas mujeres hermosas
de sonrosada mejilla,
con la clásica mantilla
me recuerdan deliciosas
la gran feria de Sevilla
y sus corridas famosas.
Como estamos en un pueblo
donde hay escasez de agua,
la plaza no se ha regado
pues la empresa, al encargado
ha dicho que no le paga.
Preside el señor Serrano
con aplausos saludado
suenan las bandas, y al fin
la función ha comenzado
Terminado el paseo y cambiada
la seda por el percal,
se da suelta al PRIMERO Juncoso, berrendo en negro, salpicao, número 69.
Lagartijo le para los pies con varios lances ceñidos, que se aplauden.
Tomó cinco varas; dos de refilón, luciéndose los matadores al quite.
Cambiada la suerte, entra Cerrajillas con un soberbio par de frente que le valió una ovación. Chiquilín puso medio y repite. Cerrajillas con otro bueno.
Lagartijo de tórtola y oro encuentra al toro algo quedado y con la cabeza por las nubes, y emplea una faena magistral dando un natural, tres por bajo y uno redondo, cuadrando el bicho y entrando como los propios ángeles para cobrar una corta un poquito perpendicular en su sitio y descabellando a la primera. Ovación y música.
SEGUNDO. Negro. Continúa la ovación a Lagartijo.
Toma dos varas de refilón; otra huyendo y otra de Melones, quebrándose el cuerno izquierdo sobre el estribo de la montura. El animalito toma querencia en las tablas.
Los chicos de Lagartijo le cuelgan dos pares y medio, y el niño de Juan lo trastea con mucha preocupación que pudiera casi calificarse de jinda y entra al hilo de las tablas con un monumental golletazo que se silba justamente.
TERCERO.- Berrendo en negro, número 29.
De los montados aguanta seis picotazos por una caída. En quites muy bien.
Lagartijo hizo uno abanicando y terminó de rodillas delante del toro. Corchao hace otro arrodillándose de espaldas al bicho. Aplausos. Al terminar Lagartijo al quiete, lo pisó un caballo y por poco no hay jule. El lío es fenomenal.
Con tres pares de zarcillos, pasa a manos de Rafael que encuentra al toro noble, y emplea dos naturales, dos bajos, dos redondos y tres de pitón a pitón, entrando con un pinchazo en su sitio quedándose el toro; sigue con la muleta y cuadra otra vez agarrando una estocada caída y delantera. Empiezan los enterradores. Descabella a la primera. Silencio en las masas.

CUARTO.-
En vez de salir el toro,
sale un pobre betunero,
con un regador de lata
y nos deja fresco el ruedo
con mu güenísima pata.
 Negro, número 49. Corchaíto le para los pies con tres faroles lucidísimos que le valen justos aplausos. De la gente montada aguanta cuatro varas con codicia y una más recargada. Ocasiona un penquicidio (ya era hora) por dos caídas. En quites sobresalió uno de Rafaelito que, dicho sea de paso ayudó mucho al Fermín, y que terminó agarrándose el pitón derecho. El Corchao otro poniéndole la montera.
Con tres pares y medio muy desiguales, pasa a manos de Corchaíto que previos cinco pases entra con un pinchazo sin soltar; sigue con la muleta y entra otra vez con una un poquito delantera siendo enganchado por el brazo izquierdo de tanto atracarse. No permite los enterradores y dobla el toro sin necesidad de puntilla. Si no hubiera entrado tan lejos, hubiera resultado mejor la faena. Ovación y música.
 QUINTO.- Negro, número 32; corto de pitones como todos. Toma cinco puyazos por tres caídas y deja un penco para el arrastre. En quites bien.
Le cuelgan dos pares y medio infernales y pasa a manos de Corchaíto que lo encuentra demasiado noble.
La cabeza la tiene por las nubes y el Fermín se empeña en pasarlo por alto; hace una faena deslucida ayudándole con el capote Rafaelito con muy buena fe y mucha inteligencia.
Cuadra por fin y larga un pinchazo muy bien señalado; otro ídem yéndose del mundo, y después de varios trasteos, cobra una hasta los gavilanes muy buena.
Al salir de la suerte se le arranca el toro que cae hecho una pelota a sus mismos pies. Ovación delirante, música y cigarros.
 SEXTO.- Negro y corto de pitones como sus hermanos.
Toma cinco puyazos y no hay nada notable en este tercio. Coge Corchaíto un par de lujo y clava medio ni fu ni fa. Conejillo puso dos pares de a cuarta magníficos. Muchas palmas.
Con la cabeza muy alta encuentra Corchaíto a su enemigo y hace una faena deslucida para largar un sablazo que pone fin a la corrida.

RESUMEN.- El ganado chico y blando, si no hubiera habido el abuso de picar en los medios, el peonaje a la derecha y llamar al toro con gorras y sombreros, hubiéramos visto y con justicia una buena función de fuegos artificiales. Buena batata hemos tragado. Rogamos al director de lidia no tolere esos abusos ni los cometa él, porque es un mal ejemplo.
Entre todos los seis, mataron dos caballos. De pitones no hablemos, mejor es callar.
Los picadores malísimos.
En banderillas Cerrajillas.
Lagartijo me gustó mucho en su primero; pero la faena de segundo le echó por alto la tarde. El tercero lo despachó regular. En quites muy trabajador y dirigiendo mal.
El Corchaíto con un toro movido, ha gustado a la generalidad de los espectadores.
Mató sus dos primeros muy regular y el tercero mal. En quites bien.
La presidencia acertada.

Los servicios infernales.

Desde aquí nuestro pequeño pero sincero homenaje a este matador, "valiente y muy castigado por los toros, pero con muchos arrestos y pundonor", como así lo definían en las crónicas de la época.

No hay comentarios: