martes, 3 de enero de 2012

CHIQUILÍN CUMPLE 20 AÑOS DE ALTERNATIVA



Pocos toreros ha dado esta tierra que hayan toreado con la izquierda como lo hacía (y afortunadamente hace aún en tentaderos) el maestro Rafael González “Chiquilín”. La mano de la verdad, la que crea el arte, la que hipnotiza a los públicos y la que encumbra a los toreros no suele ser, precisamente, sello de identidad de la mayoría de los que se visten de luces. Con ella hay que saber expresar la belleza del toreo, y eso es un privilegio reservado a muy pocos. Con la zurda hay que cimentar una obra de arte y rubricarla con interminables pases de pecho, citando y pasándose el toro por delante hasta darle salida por la hombrera contraria. Y en eso “Chiquilín” ha sido un virtuoso.
Rafael encandiló a la afición cordobesa con su imperturbable verticalidad y la pureza y concepción de un toreo serio y elegante. Precisamente el que levanta pasiones y es capaz de hacer a los públicos salir de las plazas toreando por la calle.
¡ Que gran torero!
Desde sus comienzos ya apuntaba unas virtudes que le enmarcaban junto a los grandes toreros que ha dado esta bendita tierra. Por eso creó legiones de aficionados que depositaron en él la esperanza de que reverdecieran viejos laureles taurinos en una ciudad donde el toreo había quedado estancado tras la retirada del ciclón de Palma del Río. Había que despertar a esa afición y “Chiquilín” junto a “Finito de Córdoba” se convirtieron en la pareja de novilleros de moda que encandilaron a tirios y troyanos. Llenazos históricos en Los Califas y peregrinaje de seguidores por esas plazas de Dios para no perder detalle de su torería. Las obras de arte no se pueden contar..hay que verlas. ¡Que tardes de toros dieron estos dos maestros!.
Y como el tiempo no se detiene, este año de 2012 se cumplen veinte años de la histórica tarde de aquel 27 de Mayo de 1992, cuando el maestro Curro Romero le cedió los trastos ante Julio Aparicio, testigo de la ceremonia. Dos toreros de arte para un joven ilusionado en alcanzar las más altas cotas de la tauromaquia.
El toro de la alternativa, de nombre “Canalla”, pertenecía a la ganadería de Jandilla. Como gran devoto de Ntro. Padre Jesús Caído, Rafael, vistió esa tarde de nazareno y oro. El nuevo matador de toros resultó herido en ese histórico festejo.
Confirma la alternativa en Madrid dos años después, el día 26 de Junio de 1994 lidiando reses de “Los Eulogios”, actuando como padrino Sánchez Puerto siendo el testigo José Antonio Campuzano. El toro de la confirmación se llamaba “Cuneado” y pesó 556 kgs.
Rafael González “Chiquilín” nace en Córdoba en el barrio de Santa Marina, el día 26 de Febrero de 1968. Por sus venas corre sangre de “Lagartijo” y “Manolete”. Debuta con picadores en Córdoba, el lunes 22 de Mayo de 1989, en la primera novillada de feria compartiendo cartel con Antonio Manuel Punta y Enrique Ponce, lidiando novillos de Ramón Sánchez Recio (4) y dos, 3º y 4º, de Ramón Sánchez Rodríguez. El novillo con el que debutó con caballos se llamaba ”Caribello”, marcado con el nº 6, dando en la bascula un peso de 370 kgs .
Si bien en el mundo del toro no alcanzó la ansiada gloria, tal como que se presagiaba en sus comienzos, ( las cosas no salen siempre como uno desea), en su vida profesional y personal ha logrado labrarse un enorme prestigio.
Rafael sigue relacionado con el mundo del toro hasta el punto de haber sido apoderado de varios novilleros que luego no respondieron a las expectativas.
Por su simpatía y conocimientos del mundo del toro, reparte su tiempo libre en asistir a cuantos eventos taurinos le invitan. Unas veces como miembro de una mesa de opinión y otras dando conferencias y charlas, que resultan muy entretenidas y clarificadoras.
Han pasado, pues, veinte años y aunque no cuajó en un torero de leyenda, hemos ganado, en lo personal, a un ser irrepetible. Enhorabuena maestro.

TEXTO Y FOTO: Ladislao Rodríguez Galán (LADIS)

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