Tras varios años sin celebrarse, la asociación Toro de Cuerda de Carcabuey recuperó ayer la celebración de la matanza tradicional, un evento que sirvió para que los visitantes que se dieron cita en las instalaciones de El Bujío del Toro conocieran de cerca todos los procesos y pormenores de este ritual estrechamente relacionado con el otoño en la comarca.
Los más madrugadores tuvieron la ocasión de asistir al sacrificio del cerdo y su posterior despiece, iniciándose a partir de ese momento un laborioso proceso imprescindible para la posterior obtención de productos como morcilla, chorizo o salchichón, todo ello en un ambiente plagado de olor a especias, calderos, peroles y los típicos licores y dulces navideños, que servían para reponer fuerzas entre los asistentes.
Pero sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados para los numerosos asistentes que se dieron cita en el acto, la mayoría de ellos los visitantes que han elegido la localidad de la Subbética para pasar este largo puente, fue la elaboración y posterior degustación de la chanfaina, comida típica de la matanza en Carcabuey, elaborada con las asaduras y la sangre frita del cerdo, junto a otros condimentos como ajo asado, comino, cornetilla, azafrán, clavo, matalahúva, tomate, pan rallado, vino, pimiento y agua.
Todo un manjar, al que siguió el concurso y posterior degustación de resol de leche y café, la elaboración de la morcilla blanca y el chorizo y su posterior degustación, como preámbulo a la actuación de los grupos de mochileros de Zambra y Palomares, que impregnaron de ambiente navideño a esta tradición, recuperada este año por la asociación Toro de Cuerda de Carcabuey.
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