Se avecinan turbulencias en Cataluña, donde la Fiesta y sus seguidores están perseguidos cual si de herejes se tratara. No hace mucho, en concreto dos Navidades, me llegaron varios comentarios a este mismo Blog desde aquellas tierras que desde la primera palabra eran insultos, desprecios y hasta alguna que otra amenaza velada para todos los que amamos el arte de Cúchares. Curioso, ellos que se consideran los paladines de la tolerancia y el respeto, la primera arma que utilizan es precisamente el insulto. Menos mal que todavía por esta bendita tierra seguimos defendiendo a capa y espada una de nuestras señas de identidad.
Por eso, el artículo que publicaba el pasado domingo el abogado Marcos Santiago en Diario Córdoba, viene como anillo al dedo para lo comentado anteriormente, ya que comparto con él totalmente su último párrafo, ese en el que pone en duda la capacidad de la materia gris de estos señoras para degustar el arte de la Tauromaquia. Tal vez sea por eso por lo que han iniciado esta estúpida guerra...
LOS TOROS
Por Marcos Santiago (Abogado)
¿Qué tienen los toros para que, a pesar de recrear un espectáculo propio de la edad de piedra, sigan sin poderse suprimir sopena de liar un caos social? A priori, hablamos de intereses económicos; mucha gente come de ellos amen del reclamo turístico. Todo esto hace que la muerte de los toros sea un mal menor frente a los beneficios que reporta. Al fin y al cabo parece que sufren menos que un cerdo en el matadero e incluso tienen una probabilidad de vivir; probabilidad digo que no oportunidad que esta solo va unida al ser humano que sabe el significado de aprovechar (como el platanito). Pero los toros son algo más- tienen arte, tragedia, poesía, romanticismo, misticismo- e historia, y contra la historia no puede nadie y menos los nacionalistas catalanes que no la analizan con rigor sino que la amoldan a la invención de un espíritu nacional. Siento decir que muchos detractores de los toros no lo son por amor a los animales sino para concordar con su ideario político que piensa que si va en contra de la llamada fiesta nacional estará implícitamente luchando contra la idea de una España unida. También hay antitaurinos que lo son porque en su mente no habita ni ha nacido el gen para disfrutar del arte. Hay gente que su cerebro no es capaz de inmortalizar para siempre el instante sublime de un capotazo de Morante y disfrutar de ello. Si esta gente si no ve un duro de los toros, si no quiere ser española y encima su cerebro no está capacitado para masticar el arte como el que mastica un trozo de chorizo frito al vino en un perol de abril, ¿como van a estar a favor de las corridas?.
NOTA: Artículo publicado por Diario Córdoba el 15/Noviembre/2009 en su edición digital e impresa
1 comentario:
Exacto el pelo les sale de las mismísimas cejas y hacia atrás. Buen articulo. A ver si aprenden algo, porque con lo listos que son....
Un saludo.
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