Cuatro días después de la alternativa de Curro Jiménez, aún sigo degustando los numerosos detalles que nos dejó aquella tarde en el coso de La Alameda. Que ambientazo se respiraba en la plaza de toros de Jaén desde primeras horas de la mañana, con el patio de cuadrillas a rebosar para ver el ganado y los aledaños del recinto plagados de animosas tertulias y numerosos aficionados prieguenses que habían arribado a la capital del Santo Reino, varias horas antes que la nutrida expedición organizada por la Peña Taurina 'Curro Jiménez' , cuya junta directiva, y de manera especial Felipe, su tesorero e inequívoca alma mater, hizo todo lo posible para que su torero se sintiera esa tarde como en casa, algo que consiguieron con creces.
Sobresaliente para la Peña y sobresaliente para todos los aficionados de Carcabuey, Almedinilla, Castil de Campos, Cabra, Lucena y Priego, casi toda la Subbética, que se desplazaron hasta Jaén, porque nadie quería perderse un día tan señalado, incluidos un buen puñado de políticos, que desde su barrera de Sombra, se unieron a la fiesta que se vivía en los tendidos.
Emotivo el brindis de Curro a su padre en el toro de su doctorado, y también muy especial el que realizó a su amigo David Fandilla en el que le valió la puerta grande.
¡Que momento!. Inenarrable, como diría el gran maestro Matías Prats. Una salida a hombros en la que brotaron lágrimas sinceras y que puso fin a una tarde, plagada de recuerdos y que no olvidaremos fácilmente.
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