Ganado: Cuatro erales de Julio de la Puerta y Castro, bien presentados
y noblotes, destacando sobre el resto el lidiado en segundo lugar.
Sergio Roldán: media estocada tendida y dos descabellos (una
oreja).
Alberto Montero: media estocada muy trasera, pinchazo y
estocada trasera y caída (una oreja)
Juan Romero: estocada (dos orejas y rabo)
José Antonio Lavado: estocada tendida y caída, pinchazo,
estocada y un descabello (dos orejas).
Plaza: Los Donceles (Lucena). Menos de un cuarto en una espléndida
mañana. En los prolegómenos tenía lugar una exhibición de doma vaquera y de toreo de salón por parte de los alumnos de la E.T. de Lucena.
La temporada taurina se despedía ayer en Córdoba con una
novillada sin caballos en clase práctica que volvía a poner sobre el tapete un
problema que la plaza de toros de Lucena viene arrastrando desde el día después
de su inauguración. Pese a la magnífica mañana, la entrada gratuita y la
posibilidad de ver en directo a los que el día de mañana pueden ser figuras del
toreo, el coso de Los Donceles volvía a lucir otra vez, y van…, cemento y más
cemento. Y menos mal que varios de los alumnos que hicieron el paseíllo, acudieron
acompañados por un buen puñado de seguidores ya que de otra forma, en el callejón
habría más público que en las gradas.
Hecha esta reflexión, que deberá ser muy tenida en cuenta
por los gestores del coso lucentino de cara a la próxima temporada, el festejo
en sí resultó de lo más entretenido, sobre todo por el juego de los erales de
Julio de la Puerta, dos de ellos muy bien presentados, y todos en general, a
excepción del cuarto, de brusca embestida pero que tampoco se comía a nadie, noblotes, destacando sobre el resto
el lidiado en segundo lugar, que humilló hasta decir basta. Una pena que
Alberto Montero, de la
Escuela Taurina de Lucena, desistiera por el pitón izquierdo
a las primeras de cambios, ya que por lo que se vio en el saludo capotero y en
ese intento de tanda, éste era aún mejor que el derecho, por el que el
lucentino cuajó una faena aceptable, con varios cambios de mano de buena
ejecución y varias tandas en la que se gustó en los adornos. Una pena su mal
uso con los aceros porque de haber estado más acertado hubiera obtenido un
mayor número de trofeos.
El que sí se llevó el gato al agua en este sentido fue el
alumno de la Escuela
Taurina del Círculo Taurino de Córdoba Juan Romero, que
estuvo en novillero desde mucho antes de iniciar el paseíllo. Tal vez sea ésta
una de las actitudes que más echamos en falta en la mayoría de los chavales que
empiezan en esto del toro, y ayer Romero demostró que, si la suerte le
acompaña, quiere decir algo en esto. Así, sin pensárselo dos veces y pese a que
era su debut vestido de luces, el espigado alumnos del Círculo Taurino de Córdoba
se fue a recibir a su oponente a portagayola, enjaretando un buen saludo
capotero para luego con la muleta apuntar buenas maneras, a pesar de que la
faena no logró remontar el vuelo ya que no logró acoplarse a la embestida de su
oponente. Aún así, queda dicho que las ganas y la actitud mostrada durante la
lidia son en este escalafón casi fundamentales y eso el público, con el que
conectó desde un primer momento, se lo agradeció pidiendo para él los máximos
trofeos.
Completaban el cartel Sergio Roldán, de la Escuela Taurina de
Almería, y José Antonio Lavado, menudo novillero de la Escuela Taurina de
Málaga que en esta temporada ya ha conseguido sonados triunfos. En esta ocasión
le tocó el eral más complicado del encierro, al que consiguió meter en el
canasto en el tramo final de la faena de muleta, en la que pudimos ver
conceptos técnicos y colocación que avalan las críticas que lo precedían. El
mal uso de los aceros privó a Lavado de otro triunfo, como así le ocurrió a
Sergio Roldán, al que se le vio sin mucha soltura, atosigando en demasía a su
oponente, que tras varias coladas por el pitón derecho, comenzó a ganarle la
partida al joven novillero almeriense.
En total seis orejas y un rabo como balance numérico de este
festejo con el que se echa el cerrojo a la temporada en la comarca, la
provincia y en Andalucía, esperando y deseando que el 2013 venga cargado de
eventos taurinos de calidad y se inicie la recuperación de algunas plazas como la de Lucena , en la que,
como queda dicho, sus nuevos gestores tendrán que trabajar mucho y bien para
conseguir recuperarla de una vez por todas.
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