viernes, 16 de junio de 2017
"LA CIGARRA" ACOGE UNA FIESTA CAMPERA PARA CELEBRAR EL BAUTIZO DE ANTONIO SANZ DÍAZ
En la iglesia de San José, de Villaviciosa de Córdoba, se ha celebrado el bautizo de Antonio Sanz Díaz, primer hijo del matador de toros Sergio Sanz y su esposa Magdalena Díaz. De padrinos actuaron los tíos del bebé José Claudio Sanz y Leo Díaz. Tras la ceremonia religiosa los numerosos invitados se trasladaron a la finca "La Cigarra" donde se celebró el feliz acontecimiento con toreo y flamenco que duró hasta altas horas de la madrugada. Los dos novillos que se soltaron y la becerrita para Manuel Román (un niño prodigio) dieron un juego excepcional. El primer novillo fue para Sergio Sanz, padre de la criatura, que recordó sus buenos tiempos y toreó con mucho gusto y temple. Buen novillo y magnífico torero. Fue muy ovacionado. En este eral intervinieron también, dejando constancia de su buen hacer, el matador de toros de Pozoblanco Alberto Luna y el novillero Juan Antonio García "El Califa". Tras enchiquerar al animal saltó al ruedo el segundo eral cuya "lidia" correspondió a Antonio Sanz, tío del pequeño. Al novillo lo recibió con una larga cambiada y a partir de ahí buen toreo, incluyendo una acertada imitación del estilo de torear de Manuel Benítez "El Cordobés", con saltos de la rana incluidos. Su actuación se saldó con una fuerte y cariñosa ovación. En este eral intervinieron el novillero José Luis Villafuerte y el abuelo de la criatura, Antonio Sanz Llergo, presidente de la Federación Taurina de Córdoba, quien en todos los años que lleva de buen aficionado le ha permitido saber lo que hay que hacer en la cara del toro. Y una cosa es la teoría y otra la práctica. Aunque hay que reconocer que lo hizo muy requetebién. La jornada taurina la abrió una becerrita muy encastada a la que entendió perfectamente un niño de once años que sueña con ser torero, llamado Manuel Román. Nos cautivó a todos porque aparte de saber torear, resuelve con cabeza ante la cara del animal. Su toreo causó un gran impacto entre los asistentes.
Terminada la fiesta campera y cuando el sol se escondía en el horizonte, tras la silueta del castillo de Almodóvar, comenzó el baile y la fiesta. Abrió el baile con varias rumbas y alegrías, con mucha clase y sentimiento, la gran artista flamenca Pili Sanz, tía del niño y a partir de ahí cada uno hizo lo que pudo y le pedía el cuerpo.
En resumen un día entrañable vivido muy intensamente para celebrar el bautizo del último de la zaga, que fue bautizado envuelto en el capote de paseo que estrenó su padre el día de su alternativa. Felicidades a todos.
TEXTO Y FOTOS: Ladislao Rodríguez Galán (LADIS)
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