Los velatorios de un entierro, con todos los respetos del
mundo, son de esos momentos en los que, después de recordar las virtudes del
difunto, suelen generarse tertulias de todo tipo y se habla, desde fútbol,
hasta del tiempo y, por qué no, de toros.
El caso es que el otro día, a colación de los velatorios, mientras
esperábamos el inicio de la ceremonia por la muerte de una persona muy querida
en mi Cofradía, surgió el tema de los toros y en este caso, con ciertas dudas
sobre las idoneidad de los toros en Semana Santa, por aquello de que ya estamos
inmersos en plena Cuaresma.
Uno de los improvisados contertulios apuntaba que en la
década de los años 50 y 60 del pasado siglo, era habitual la celebración de
novilladas el Sábado Santo, recordando incluso la presencia un Domingo de
Resurrección de 1966, 10 de abril para más datos, de Parquirri, Palomo Linares
y El Macareno en Priego, novillada en la que, como indicaba, casi se llenó la
plaza para ver a los que más tarde serían figurones.
Otro de los contertulios, que aseguró que en esa novillada
se celebró con lluvia, recordaba el escándalo que en 1957 se produjo, otro
Domingo de Resurrección, con el ganado de desecho que se lidió en la novillada
organizada ese año, o el lleno que se registró un año más tarde, un 6 de abril,
Sábado Santo, con Manuel de la Haba “Zurito” y José María Montilla.
Mis recuerdos, evidentemente, son mucho más recientes y no
se me olvidará en la vida un 29 de marzo, Sábado Santo, de 1986, cuando dos
novillos saltaron al callejón que se estrenaba en aquella ocasión para una
novillada en la que hicieron el paseíllo Manuel Campuzano (hermano de Tomás y
José Antonio), Antonio Manuel de la Rosa y el rejoneador Luis Piris, o el
llenazo hasta la bandera del Sábado Santo de 1887, 18 de Abril, con toros de Núñez
del Cuvillo para Manzanares, Espartaco y Lucio Sandín, y por supuesto, la
última vez que se colgó el cartel de “no hay billetes”, un 15 de abril de 1995,
también Sábado Santo, con una corrida de Ramón Sánchez para Ortega Cano, Julito
Aparicio y Manuel Díaz “El Cordobés”.
La conclusión de la improvisada tertulia es que, en Priego,
en Semana Santa y con buenos carteles, el público asiste a la plaza.
Está claro que no podemos comparar la década de los años 50
y 60 del siglo XX, cuando el cine, el fútbol y los toros era la triada de
diversión básica. Ni mucho menos la bonanza de la economía prieguense en la década
de los 90, cuando la industria de la confección empezaba a dar sus frutos.
Son otros tiempos, claro está, pero llegados a este punto, sólo
tenemos que retrotraernos al 23 de abril de 2011, cuando casi tres cuartos de
plaza, la mayoría calada hasta los huesos por la pertinaz lluvia, asistió, también un Sábado Santo, a
la corrida de Miura en la que hicieron el paseíllo Padilla, Rafaelillo y Curro
Jiménez.
Lo del pasado año, de lo que tanto se habló, era la crónica
de una muerte anunciada con un cartel que no decía nada a nadie, a excepción
del regreso de Paco Aguilera, por lo que, como conclusión, queda dicho que en Semana Santa, la plaza de Priego con un cartel medianamente digno, puede
atraer al público.
Consultando
mi hemeroteca, he podido comprobar que Semana Santa es, después del día 3 de
septiembre, la época del año en la que más festejos taurinos se han celebrado
en Las Canteras, seguida muy de lejos del día del Corpus, que durante cierta
etapa tuvo también su predicamento.
Como dato, de los 28
festejos que he contabilizado el Sábado Santo o Domingo de Resurrección, las
novilladas, con caballos y sin caballos son mayoría, aunque desde el año 1987
se han celebrado algunas corridas dignas de mención, como la antes señalada de 1995.
Se da la circunstancia de que el 18 de abril de 1987 era la primera vez se
celebraba en Las Canteras una corrida de toros fuera de la Feria Real de
septiembre, y por lo visto, la cosa funcionó durante años, porque en Semana
Santa, pese a que en la vecina localidad de Cabra se seguían anunciando espectáculos
para el mismo día, por Priego pasaron nombres como Luis Francisco Esplá, Víctor
Mendes, El Soro, Ortega Cano, Aparicio, El Cordobés, César Rincón, José Luis
Moreno, Rivera Ordóñez, El Fandi, Víctor Puerto o Jesulín, entre otros.
Curiosamente, en Semana Santa, nunca, reitero, nunca se ha
celebrado un festejo de rejones, ya que los 6 programados en los ya más de 120
años de historia de Las Canteras, siempre han sido en septiembre, a excepción
del que tuvo lugar el 27 de mayo de 1973.
Por lo tanto, queda dicho que Semana Santa es una buena
fecha en Priego para programar toros, la más tradicional después de la Feria de
Septiembre y que a excepción de contadísimas ocasiones y por las causas ya
comentadas, la respuesta del público siempre ha sido más que aceptable.
Otra cosa son los criterios empresariales y la situación
actual, que hace sopesar una y mil veces a los empresarios la fecha más
adecuada para programar un festejo, aunque en el caso de Priego, la cosa está más
que clara: Semana Santa y Feria, y los inventos, mejor con gaseosa.
NOTA: Para completar este post, voy a abrir una encuesta para conocer las apetencias de los lectores de Subbética Taurina sobre el espectáculo que consideran más idóneo para Semana Santa en Priego. Tras conocer sus apetencias, haremos lo propio con otra encuesta, en este caso con una posible terna.
2 comentarios:
esto ya se merece un cartel de toros y que el empresario d. carlos gago crespo sedpa lo que priego quiere un cartel de lujo que deberia de ser CURRO DIAZ SEBASTIAN CASTELLA Y DAVID MORA ESO ES UN CARTEL DE PLAZA DE PRIMERA y priego que tiene menos que eso y dejarnos de carteles de quinta categoria .
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