viernes, 4 de septiembre de 2015

DOBLE SALIDA A HOMBROS GRACIAS A LAS ESPADAS



















Ficha del festejo
Ganado: cuatro toros de José Luis Marca, bien presentados, algunos con mucho cuajo pero de sosa embestida, y dos de Luis Terrón para rejones, de aceptable presentación y movilidad.
Pablo Hermoso de Mendoza: pinchazo, rejón y un descabello (saludos); y medio rejón, bajonazo, pinchazo y un rejón (silencio).
David Fandila "El Fandi": estocada caída (dos orejas); y estoconazo (una oreja con petición de la segunda).
Sebastián Castella: estocada caída (una oreja con petición de la segunda); y estocada (una oreja).
Plaza: Monumental Coso de las Canteras (Priego). Tres tres cuartos de entrada en tarde de temperatura agradable.Tras el paseíllo, la asociación cultural taurina Coso de las Canteras obsequió a Pablo Hermoso de Mendoza con un cuadro en el que se reproduce la imagen del rejoneador navarro con su célebre caballo Cagancho. Igualmente, David Fandila y Curro Jiménez recibían del grupo local Kalandraque un ejemplar del disco en el que se incluye un tema dedicado a ambos.

Con la salida a hombros de Fandi y Castella finalizaba ayer el primero de los dos festejos de la denominada Feria Taurina Coso de las Canteras, una importante apuesta que la empresa cordobesa Campo Bravo ha puesto en marcha este año en Priego con la intención de convertir a la localidad de la Subbética en referente dentro del planeta toro.
El primer escalón de este trayecto se saldaba ayer con una nota positiva, a tenor de la respuesta del público que volvía a llenar de ambiente y colorido los tendidos del más que centenario recinto, que por vez primera en sus recién cumplidos 123 años de historia albergará dos corridas de toros durante la celebración de la Feria Real prieguense.
Un público que tenía ganas de que la terna anunciada triunfara, sí o sí, como se puso de manifiesto a lo largo de un festejo cuyo resultado artístico dejó mucho que desear, en parte por las sosas embestidas de las reses de José Luis Marca, en el caso de los toreros a pié, mientras que el rejón de muerte echó por tierra un importante triunfo de Pablo Hermoso de Mendoza.
El rejoneador navarro realizó en el que abría plaza una actuación muy discreta y breve, destacando en las banderillas a una mano montando a Viriato. En el cuarto de la tarde, segundo de su lote, la actuación del navarro subió bastantes enteros, particularmente cuando toreó de costadillo con mucho gusto montando a Disparate, brillando con Dalí en un par de banderillas de poder a poder, que sirvieron de preámbulo a tres ajustadas cortas. Pero cuando tenía los máximos trofeos en sus manos, Hermoso de Mendoza erró en demasía con el rejón de muerte y vio esfumado un triunfo que ya acariciaba.
Precisamente la espada fue la que puso en manos de Fandi y Castella varias de las orejas que pasearon por Las Canteras, tras unas actuaciones en las que ambos matadores tuvieron que tirar de oficio y poner toda la carne en el asador ante la sosa embestida de los ejemplares de José Luis Marca, que pese a su cuajo y presentación, estaban huérfanos de bravura.
Con estas mimbres, el que volvía a llevarse el gato al agua en Priego era David Fandila, que tras el paseíllo inicial, y en compañía de su subalterno Curro Jiménez, recibían del grupo local Kalandraque un ejemplar del disco en el que se incluye un tema dedicado a ambos. Así, en su primero, tras un vistoso saludo capotero, con dos largas cambiadas incluidas, ponía la plaza patas arriba en el tercio de banderillas, iniciando de rodillas su faena de muleta, en la que por la derecha dejó varias tandas de acompasado trazo, bajando muchos enteros su actuación cuando lo intentó por el pitón izquierdo. Eso sí, con la espada un cañón en sus dos toros, especialmente en el quinto, en el que protagonizó un electrizante tercio de banderillas, mientras que con la muleta la faena fue apagándose tras un esperanzador inicio con la diestra.
Por su parte Sebastián Castella dejó pinceladas sueltas de su particular concepto del toreo, tanto en el capote, con un elegante saludo a su primero y un ajustado quite por chicuelinas, como en la muleta, particularmente en el que cerraba plaza, un jabonero de bruta embestida, al que Castella consiguió dominar a base de exponer mucho. Una pena que la faena no levantara el vuelo ya que el animal se fue apagando poco a poco, aunque el francés lo siguiera intentando con varios invertidos que precedieron a una gran estocada.
En el tercero de la tarde, de sosa y parada embestida, el diestro francés realizó una faena de aliño, dejando para el recuerdo un ajustado trasteo a pie juntos y varias tandas con la derecha de buen trazo y bella factura, que a medida que transcurría la lidia se convirtieron en dos gotas de agua en medio de un inmenso desierto.

1 comentario:

Gusiluz ( Juan Madueño Corpas) dijo...

Nada para recordar en esta corrida orejas baratas y populistas. Vulgaridad y pegapasismo a manta.
Esperemos que la corrida de Adolfo tenga contenido de verdad.