lunes, 29 de mayo de 2017

EL EQUIPO DE GOBIERNO DEL CONSISTORIO PRIEGUENSE DENUNCIA EL "LAMENTABLE" ESTADO EN EL QUE HAN RECIBIDO LA PLAZA DE TOROS













El equipo de gobierno del Consistorio prieguense ha denunciado ante la opinión pública el “lamentable” estado de conservación que presenta el monumental Coso de Las Canteras, edificio incoado para su inclusión como Bien de Interés Cultural y que este año cumple 125 años desde que fuera inaugurado el  7 de agosto de 1892.
Como indicaban ante los medios de comunicación Toni Musachs y Paqui Mantas, presidente del área de presidencia  y concejal delegada de Festejos respectivamente, que estuvieron acompañados en la visita que giraron al recinto por la edil de patrimonio municipal, Alba Ávila, los responsables del estado que presenta el monumento es el anterior equipo de gobierno del Partido Popular, “que tanto abanderaban la fiesta de los toros, y aquí se ve lo que les importaba la plaza de toro”, indicaba Mantas.
Según la edil socialista, “tras la visita que realizamos el pasado viernes, nos imaginábamos que la plaza estaba mal, pero no como se encuentra actualmente”, matizando que después del invierno, “en un sitio al aire libre, es normal encontrar hiervas”.
Aún así, para Mantas, el verdadero problema es que la conservación de los últimos años “ha sido prácticamente nula”, poniendo como ejemplo el estado de las tablas del callejón, “a las que no se les ha dado el tratamiento que requiera esta madera y simplemente se han pintado cuando ha llegado un festejo taurino y se ha dejado hasta el año siguiente”.
En este sentido, Mantas recordaba que hace tan sólo seis años que se reabría al público el monumental coso de Las Canteras, en concreto el 20 de marzo de 2011, destacando la importante inversión realizada para que el recinto acogiera espectáculos de todo tipo, no únicamente taurinos, sino también culturales, deportivos y de otra índole.
Para Mantas, “el problema radica en que no se ha mantenido lo mínimo”, lamentando el estado en el que se encuentra la plaza y sus aledaños, con abundante vegetación y desperfectos en los asientos de la barrera y en una de las puertas de los chiqueros, tras los daños ocasionados por uno de los toros lidiados en el último festejo celebrado en el recinto.
Ante esta situación, Mantas anunciaba que desde el actual equipo de gobierno, “vamos a trabajar para que la plaza de toros se encuentre en condiciones en el menor tiempo posible”, recordando la existencia de una normativa que regula su utilización para la celebración de otro tipo de eventos, como por ejemplo bodas.
Por último y en cuanto a su posible apertura de manera habitual, la edil socialista añadía que se reunirán con empresarios y/o ciudadanos que quieran hacer actividades dentro de la plaza, concluyendo que la plaza de toros es un monumento en el que, a día de hoy, se siguen ofertando visitas turísticas al mismo, “y ahora mismo no está para recibir a ningún turista”.

martes, 9 de mayo de 2017

CUATRO FESTEJOS CONFORMAN LA FERIA TAURINA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD




Mediante una nota de prensa, la Fusión Internacional por la Tauromaquia ha dado a conocer los carteles de la Feria Taurina Nuestra Señora de la Salud de Córdoba 2017, que se desarrollará los días 25, 26, 27 y 28 de mayo y contará con dos corridas de toros, un festejo de rejones y una novillada sin picadores.
En concreto, las combinaciones serán las siguientes:
Jueves 25 de mayo. Erales de Zalduendo para Jose Antonio Alcalde “El Rubio”, Carlos Jordán, Rocío Romero, Alejandro Adame, Diego San Román y Carlos Domínguez.
Viernes 26 de mayo. Toros de Zalduendo para Morante de la Puebla, Jose María Manzanares y Roca Rey.
Sábado 27 de mayo. Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Finito de Córdoba y Cayetano.
Domingo 28 de mayo. Toros de Luis Terrón para Pablo Hermoso de Mendoza, Joao Moura y Lea Vicens.
Por otra parte, hoy martes 9 de mayo, la Fusión Internacional por la Tauromaquia inaugurará la exposición “MANOLETE 1917-2017”, que tendrá lugar en la Sala Orive del Palacio de Orive a las 20 horas.
Será el acto central y el particular homenaje de la empresa gestora del Coso de los Califas al maestro Manolete en el centenario de su nacimiento. Una muestra que podrá visitarse desde el 10 de mayo hasta el 15 de junio, y en la que entre otros muchos objetos personales de gran valor del torero, cuenta como pieza central con un coche Mercedes W143 que fue propiedad de Manuel Rodríguez “Manolete”.
Además, la FIT estrenará también el documental MANOLETE 1917-2017 el próximo 16 de mayo en el Centro de Recepción del Visitante de Córdoba, con testimonios de familiares de Manolete y de personas que compartieron momentos de la vida del IV Califa del Toreo.
Las taquillas de la Plaza de Toros de Córdoba abrirán, para el plazo de renovación de abonos y abonos nuevos, desde el 15 de mayo hasta el 18 de mayo, ambos días inclusive. Y a partir del 19 de mayo, venta de entradas sueltas.
El horario de taquillas es de 11 a 14 horas y de 17,30 a 21 horas.
Los días de festejos las taquillas permanecerán abiertas desde las 10 horas de forma ininterrumpida.
Información y venta online de entradas en www.fitauromaquia.com, en el 689774825 y en todos los centros El Corte Inglés e Hipercor de España y Portugal.

miércoles, 3 de mayo de 2017

FANDILA Y GALDÓS A HOMBROS EN ALMEDINILLA















FICHA DEL FESTEJO:
Ganado: Cinco toros de Guadalest, uno de ellos reglamentariamente despuntado para rejones, desiguales de presentación y juego. Anovillado el soso primero y el reservón segundo, y con más cuajo el resto del encierro, destacando por su juego y algo más de picante los lidiados en cuarto lugar así como el sobrero del mismo hierro que cerraba plaza y que sustituía al titular tras lastimarse éste en una aparatosa voltereta en el primer tercio.
Manuel Manzanares: metisaca, rejón muy trasero y contrario y tres descabellos terminando el toro echándose (silencio).
David Fandila ‘El Fandi’: estocada tendida (dos orejas); estocada (dos orejas y rabo).
Joaquín Galdós: estocada (dos orejas); estocada (dos orejas y rabo).
Plaza: Coliseo de Almedinilla. Algo más de media entrada en tarde de temperatura agradable y leves rachas de viento que no molestaron a la terna.

Regresaban el pasado lunes los festejos mayores al Coliseo de Almedinilla tras un paréntesis de tres años desde que el 1 de mayo de 2014 se inaugurara como recinto taurino este multifuncional edificio. Y lo hacían con una corrida de toros mixta con tintes triunfalistas donde los haya, gracias a un público con ganas de diversión y que salió más que contento a tenor del flamear de pañuelos en el que se convirtió la tarde.
Hasta aquí, nada que objetar, máxime cuando, como reza el dicho «el que paga manda», sin pasar por alto que cuando en otros puntos de las geografía patria hablar de toros es casi algo prohibido, una localidad  con algo más de 2.400 habitantes, curiosamente unos pocos más que las localidades de su coqueto Coliseo, organice una corrida de toros gracias al apoyo de un Consistorio que siempre, o al menos hasta la fecha, ha apostado por la Fiesta de manera decidida.
De ahí que antes de valorar lo sucedido en el ruedo y el resultado artístico del festejo, sea conveniente esta puntualización, ya que en caso contrario, la tormenta de trofeos que consiguieron dos de los acartelados, nada más y nada menos que ocho orejas y dos rabos, no tendría una justificación aparente.
Resultado numérico que, a buen seguro, se podría haber incrementado de estar algo más acertado Manuel Manzanares, encargado de abrir la tarde ante un ejemplar anovillado y nada colaborador, al que hizo mucho daño el primer y único rejón de castigo. Con las banderillas y unos caballos a los que se le notó la falta de experiencia, Manzanares erró en demasía, destacando en un primer encuentro de poder a poder con un ajustado quiebro y el toreo de costadillo con el que colocó a su antagonista en suerte. El rejón de muerte, muy trasero y el uso del descabello enfrió a un público que silenció al caballero tras una actuación de muchos altibajos.
Tras este preámbulo de rejoneo, llegaba uno de los momentos más esperados de la tarde, ya que por fin y tras no pocas gestiones en años anteriores, David Fandila, actuaba en Almedinila, localidad en la que residen varios amigos del matador granadino y en la que actuó en sus inicios como novillero sin caballos. En su línea, Fandila encandiló al respetable con un variadísimo saludo capotero --larga cambiada de rodillas, verónicas, chicuelinas y media verónica de remate--, para luego volver a subir el termómetro con un tercio de banderillas, marca de la casa, en el que destacó un ajustadísimo par al violín.
Con la muleta y tras un trasteo de rodillas que parecía vaticinar una faena de cierto interés, el de Guadalest empezó a perder fuelle, por lo que Fandila tuvo que recurrir a la media altura y su consabido repertorio de molinetes, adornos y tandas en las que con cierta monotonía intentaba dar forma a una faena sin chispa alguna. Eso sí, mató bien y los pañuelos poblaron el tendido, al igual que en su segundo, tras otra faena de similar corte en la que, ahora sí, se pudieron ver los mejores pasajes de la tarde cuando en varias tandas de derechazos de trazo lento y mucha ligazón, aderezados con unas ajustadísimas bernardinas y otra estocada de efecto fulminante.
Completaba el cartel Joaquín Galdós, que pasó desapercibido en su primero, un precioso ensabanado, con el que el joven matador no encontró la tecla adecuada para estructurar y dar forma a la faena, pese a que lo intentó por ambos pitones sin llegar a cuajar una tanda estimable, a excepción de varios adornos y detalles sueltos que, en su conjunto, no fueron merecedores, ni de lejos, de los trofeos concedidos.
En el sobrero que cerraba plaza, Galdós volvía a evidenciar un error en el planteamiento de la faena de muleta, no dando la distancia que el animal venía pidiendo desde el primer tercio. Faena muy larga y encimista ante un toro que protestaba cuando el peruano le presentaba la muleta sin la más mínima pausa entre tanda y tanda, y en la que nuevamente se pudieron ver detalles de cierto peso y aroma torera en adornos y largísimos pases de pecho, recurriendo en este caso a las cercanías, dejándose incluso rozar en varias ocasiones la taleguilla con los pitones.