domingo, 16 de septiembre de 2012

"YIYO" PRIMER MATADOR DE TOROS PRIEGUENSE EN DOCTORARSE, CUMPLE 40 AÑOS DE ALTERNATIVA






El 3 de septiembre de 1972 Fernando Serrano Alcalá-Zamora “Yiyo” tomó la alternativa en la plaza de toros de Las Canteras de Priego. Ahora, por tanto, acaba  de cumplirse el cuarenta aniversario de esa efemérides. El torero, que estaba triunfando como novillero, rehusó hacerse matador de toros en ninguna otra plaza que no fuera la de Las Canteras, de su pueblo, eligiendo  para el feliz acontecimiento la Feria Real.  El cartel de la alternativa fue netamente cordobés, actuando como padrino Florencio Casado “El Hencho” y de testigo Antonio José Galán. Los astados correspondían a la vacada de Manuel García Fernández Palacios. El toro de la alternativa se llamaba “Culebro y “Yiyo” le cortó las dos orejas y dio dos vueltas triunfales al ruedo..
A pesar que tras el doctorado recondujo su vida por otros derroteros ajenos al mundo taurino, nunca ha dejado de ser un aficionado cabal y entendido. Pocas veces ha faltado a la cita en la plaza de su pueblo. Disfruta y sufre en el tendido con lo que sucede en el ruedo. Como sufrió la tarde del día 3 en que, precisamente, se conmemoraban los cuarenta años de aquel acontecimiento histórico. Porque esa tarde  le volvían a comer los nervios ya que era otra fecha importante para la historia taurina de Priego. Su sobrino, Miguel Ángel Serrano (hijo de un hermano), debutaba con caballos en la misma plaza, cuarenta años después, en la que él se hizo matador de toros. Tarde de emociones para este hombre sencillo y modesto, que al finalizar el paseíllo las cuadrillas, fue invitado a salir al ruedo a recoger la ovación de sus paisanos y, justamente ante la barrera donde recibió el doctorado,   la Tertulia Taurina “La Montera”, de Córdoba,  no queriendo que pasara desapercibida esa fecha,  rindió un sencillo homenaje al honrado torero prieguense entregándole un artístico diploma como recuerdo de tan señalada efemérides.

HISTORIA PROFESIONAL
Fernando nació en el seno de una familia muy taurina el 1 de Enero de 1948. Su bisabuelo, Alfredo Serrano, fue empresario de la plaza de toros de Priego muchos años y su padre, José María, fue novillero en su juventud. Es normal, pues, que el chiquillo estuviera rodeado de este  ambiente en el que, además, se sentía muy a gusto.
Cuenta Miguel Forcada en su libro “Fiestas de toros en la comarca de Priego de Córdoba” que el primer contacto de Fernando con una becerrita se produce, junto a sus hermanos, en el patio de la casa donde vivían, sita en la calle Herreros, nº 14. De niño es ya un buen aficionado a los toros y comienza a entrenar a muy temprana edad. Siempre por entretenimiento, nunca pensando que llegaría a ser el único ( hasta la fecha) matador de toros nacido en el pueblo. Es en 1965, con 17 años, cuando de verdad se siente torero. Sucede ante una becerrita que su padre adquiere para torearla entre todos los hermanos. Torea muy bien de capote y cuando tenía que matarla su hermano José María, pide hacerlo él y se le concede el deseo. Lo hace bien y ya no piensa en otra cosa que no sea en hacerse torero. Se entrena a fondo con duras sesiones de ejercicio físico y toreando mucho de salón. El día 23 de Abril de 1967 debuta ante el público en Brozas (Cáceres). El chaval esta muy bien y es ovacionado. Este sería el comienzo de una brillante carrera paseando el nombre de su pueblo por  la geografía taurina española. Dominaba muy bien el toreo de capa y con la muleta era un torero artista, pero lo fundamental, la suerte suprema, se le daba de maravilla. Ser tan certero con la espada le abrió muchas puertas grandes porque remataba muy bien sus faenas. “Yiyo” utilizó siempre para matar sus toros un estoque que perteneció al I Califa del Toreo Rafael Molina “Lagartijo”. Esta espada, que el guarda como oro en paño, se la obsequió José Lozano Madrid, gran admirador suyo.
La temporada de 1.967 fue muy importante en su carrera, pues alcanzó a torear 14 novilladas ( aunque firmó veinte) cortando un total de catorce orejas y dos rabos. Balance mas que importante tratándose de su primera temporada. Recuerda con satisfacción la tarde del 15 de septiembre en Ubrique, donde después de una enorme faena mató al toro de fulminante estocada y le otorgaron las dos orejas y el rabo. En la temporada de 1.968 comenzó a dar su dimensión como un torero importante, pues consiguió torear fuera de Andalucía, sobre todo en Extremadura y algunas plazas del norte. Tras un excelente comienzo de la temporada 1.969, en la que alterna en un festival con Jaime Ostos y “Miguelín”, decide hacer la presentación oficial en su pueblo. El ambiente era extraordinario. Ya se comenta en los mentideros taurinos la capacidad de Fernando para triunfar la mayoría de las tardes, y eso anima a la gente. Hay muchos deseos de ver al torero paisano. Pero por culpa de la lluvia hasta dos veces hubo de aplazarse la novillada de presentación, hasta que, por fin, el día 8 de Junio se celebra el festejo. Con novillos de Pérez Valderrama, “Yiyo” corta una oreja en el primero y dos y el rabo en el segundo. La plaza era un disloque. Le acompañaban en el cartel Tobalo Vargas y David Moreno “Morenito de Cáceres”. Como apunte curioso señalar que fue llevado a hombros hasta su propia casa. En la temporada de 1.970, por mor del servicio militar, la carrera del valiente diestro sufre un ralentí importante, actuando solo en dos festejos: Priego y Torremolinos. Se licencia a mediados de Agosto del año siguiente Y alcanza a torear cerca de una docena de novilladas, entre las que hay que destacar su presentación en La Maestranza de Sevilla, junto a Curro Camacho y Fabián Mena, lidiando ganado de García Romero. Aunque los novillos no colaboraron en absoluto, hubo petición de oreja y ante la negativa del palco a concederla, dio una triunfal vuelta al ruedo entre ovaciones. Los cronistas de la época ensalzaron la labor del diestro cordobés. En 1.972 llega a la Alternativa con un bagaje de media docena novilladas toreadas, haciéndolo tras la alternativa solo una vez.
Fernando Serrano no confirmó el doctorado en Madrid ni se cortó la coleta, simplemente dejó de torear.
Esta es, en síntesis, la historia profesional de un torero cordobés que acaba de cumplir cuarenta años como matador de toros.
Para terminar estas líneas, una anécdota que me refirió el propio torero. Es normal, y casi obligado como documento histórico, que los toreros cuando toman la alternativa manden disecar la cabeza del toro.  Fernando no puede lucir ese trofeo, porque cuando acordaron los carniceros la habían destruido. Si cuelga en su casa la cabeza del segundo toro.

TEXTO Y FOTOS: Gentileza de Ladislao Rodríguez Galán (LADIS)

2 comentarios:

JJ dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JJ dijo...
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