domingo, 5 de septiembre de 2010

SALIDA A HOMBROS PARA SALVADOR VEGA EN CABRA, EN TARDE DE SUSTITUCIONES


Ganado: seis toros de Los Recitales, bien presentados en líneas generales, serios, justos de fuerzas y noblotes, a excepción de los lidiados en tercer y sexto lugar.
José Luis Moreno: media estocada tendida (una oreja); y tres pinchazos y una estocada (saludos desde el tercio tras aviso).
Salvador Vega: estocada caída (una oreja con fuerte petición de la segunda), y un pinchazo y media estocada (una oreja).
Curro Jiménez: pinchazo y media estocada (una oreja); y dos pinchazos, media estocada y cuatro descabellos (silencio).
Plaza: Cabra. Algo menos de media entrada en tarde de mucho calor.


Anunciar ocho meses antes el cartel de un festejo cuya celebración está prevista en septiembre tiene sus ventajas y también, no pocos riesgos. Dentro de estos últimos y con la temporada en la recta final, lo más normal del mundo es que se caiga alguno de los acartelados, cuya contratación se había cerrado con tanta antelación, a causa de algún percance, llámese cornada, lesión, etc. Pues bien, de aquella primera combinación, el pasado martes ya se sabía que Alejandro Talavante, herido de gravedad en Palencia, no haría el paseíllo, y hoy domingo por la mañana se confirmaba igualmente que Juan Serrano Finito de Córdoba, tampoco actuaría en Cabra al resentirse, tras actuar en Mérida, de una lesión lumbar que venía arrastrando en las últimas fechas. De ahí que el empresario del coso egabrense, Fermín Vioque, tuviera que recomponer la terna incluyendo primero a Curro Jiménez, en sustitución de Talavante, y al malagueño Salvador Vega por Finito, manteniéndose únicamente José Luís Moreno de aquella primera combinación, junto a la ganadería anunciada desde un principio, Los Recitales, cuyos ejemplares mantuvieron el tipo, con excepciones.

Y sería precisamente uno de los matadores que entró a última hora por la vía de la sustitución, el que ha dejado las mejores pinceladas de la tarde, gracias a su particular concepción del toreo aprovechando, todo hay que decirlo, el mejor lote de la tarde, de manera especial el ejemplar lidiado en segundo lugar, al que Salvador Vega instrumentó una buena faena de muleta, gustándose mucho en los adornos. En su debe, la solitaria tanda por el pitón izquierdo, ya que por el derecho, el malagueño enjaretó varias series de mucha enjundia, cargadas de temple y un más que correcto planteamiento, dando a su enemigo el tiempo que demandaba entre tanda y tanda, actuación que a juicio del público fue merecedora de una segunda oreja que se pidió con insistencia y que la presidencia, con acertado criterio, negó.

Bien Vega en su primero y correcto, sin más, en el quinto de la tarde, al que toreó siempre a media altura, destacando en esta ocasión cuando tomó los engaños con la izquierda para instrumentar dos tandas de naturales preñados de torería, gustándose en cada uno de los pases, que remató como con adornos muy del gusto del tendido.

Una salida a hombros que, junto a Salvador Vega, podría haber compartido José Luis Moreno de haber estado más acertado con los aceros en el segundo de su lote, en el que dejó buenos detalles en los inicios de la faena, cuando por el pitón derecho encadenó varios pases con mucho temple y mando. Un espejismo de lo que vendría después, con tandas en las que le faltó dar un pasito y cruzarse más, estando en alguna de ellas fuera de cacho. Mucho mejor estuvo Moreno en el que abría plaza, al que recibió con un saleroso saludo capotero para luego, con la muleta, volcarse sobre el pitón derecho recetando buenas tandas, alargando mucho la mano y eternizando cada pase, aprovechando al milímetro las escasas fuerzas de su oponente. Faena ésta que, según el argot, fue de más a menos y que se fue diluyendo cuando lo intentó por el pitón contrario, para volver nuevamente a la diestra, recurriendo a molinetes, cambios de mano y adornos muy pintureros para completar una largísima actuación que recibió como premio una oreja.

Y si Vega y Moreno han puesto hoy en Cabra el toreo, Curro Jiménez presentó sus credenciales con una voluntad a prueba de bombas, ya que pese a ser la de ayer su tercera actuación de la temporada, el prieguense derrochó una vez más entrega, tesón y ganas de agradar ante sus dos oponentes, con los que no tuvo demasiada suerte en el sorteo matinal. De ahí que en su primero, bastante tuvo con parar las continuas idas y venidas del animal, sorteando la brusca embestida de éste, mientras que en el que cerraba plaza, en el que se dejó tocar en exceso los engaños, Jiménez estuvo más acertado, aunque sin conseguir ligar varias tandas y que la faena cuajara. Para colmo, el fallo con la espada corroboró que, pese a la oportunidad de esta sustitución, la de hoy no ha sido la tarde de Jiménez, mientras que Vega aprovechó la ocasión.

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