lunes, 1 de enero de 2018

RESUMEN DE LA TEMPORADA TAURINA 2017 EN LA SUBBÉTICA











La celebración del Congreso Nacional del Toro de Cuerda en Carcabuey ha sido, sin duda alguna, el evento más significativo del año que ayer finalizaba dentro del panorama taurino de la Subbética, máxime teniendo en cuenta el más que preocupante descenso en el número de festejos que se ha producido en la comarca, en la que se ha tocado fondo con los 5 celebrados, a los que hay que unir, afortunadamente, las sueltas de vaquillas y toros en Carcabuey (al margen del congreso), Almedinilla y Zambra.
Como ya se barruntaba en los primeros días de enero, el desarrollo de lo que sería en aquellos días una temporada ilusionante, dependía en buena medida de la consolidación de Lucena, recuperada en 2016 por la empresa Campo Bravo, y precisamente de la apuesta que  esta empresa realizara en las dos plazas que gestionaba en la zona, a saber, Cabra y Priego, a la que luego se sumaría Almedinilla.
El caso de Lucena, como es sabido, ha vuelto a evidenciar que, o cambian mucho las cosas o esa plaza tiene más que complicada su “resurrección”, toda vez que en 2017 ha permanecido en blanco, algo que no es nada nuevo pese a sus once años de existencia. Los intentos de la sociedad propietaria de buscar una empresa de “garantías” que no volviera a dar una de las ya famosas “espantás” de los últimos años fueron infructuosos y la estadística de Los Donceles quedó a cero.
Unos kilómetros más al sur… como ya suele ser habitual desde 2012, último año de coincidencias taurinas, Cabra inauguraba su temporada el 15 de abril (Sábado Santo) con un festejo que pasará a la historia por el indulto de Ojerizo, de Luis Algarra, lidiado por un extraordinario Miguel Ángel Pereda, que aquella tarde compartía cartel con Cayetano y Joaquín Galdós.
Con Priego sin toros una Semana Santa más… la positiva novedad de la temporada fue la celebración en Almedinilla de un festejo mayor el 1 de mayo, en este caso mixto, en el que se lidiaba un desigual encierro de Guadalest para Manuel Manzanares, que pasó sin pena ni gloria, mientras que David Fandila “El Fandi” y Joaquín Galdós, apoderado este último aún por Campo Bravo, empresa que organizaba el festejo, salían a hombros después de cortar ocho orejas y dos rabos.
Ante la ausencia de Lucena que en 2016 había recuperado el festejo del aniversario de su inauguración en el mes de julio, Almedinilla fue también la siguiente localidad que albergó un festejo taurino, en concreto la final del Certamen de Escuelas Taurinas, en la que José Antonio  “El Lauri”, curiosamente de la Escuela Taurina de Lucena, fue el ganador, al obtener mayor puntuación que sus compañeros de cartel aquella calurosa tarde del 29 de julio, José Andrés Marcillo de la Escuela Taurina La Gallosina, e Ismael Jiménez, de la Escuela Taurina de Badajoz, que lidiaron unos buenos erales de El Toreo.
Con agosto en blanco, pese a que el día 7 se cumplían los 125 años de la inauguración de Las Canteras, Priego retomaba la actividad taurina con su tradicional Feria de Septiembre, este año un tanto devaluada en relación a ediciones precedentes, ya que las dos corridas de toros de 2015 y 2016, se convirtieron, por aquello de la nula aportación económica del Consistorio, en un festejo de recortadores, con una paupérrima entrada en los tendidos, y la “tradicional” corrida del 3 de septiembre, en la que, desgraciadamente, el palco presidencial se convirtió en el desagradable protagonista de la tarde. Al margen de la “pañolada”, para la estadística quedará que aquella tarde se lidiaron seis ejemplares de Lagunajanda, el tercero de muy buen juego, y al que Manuel Escribano realizó una de las mejores faenas de la temporada en la Subbética, junto a la ya comentada de Perera en Cabra. David Fandila “El Fandi”, que hizo el paseíllo infiltrado lo que mermó notablemente su actuación, y Juan José Padilla, completaron el cartel de aquella tarde en la que se registró la mejor entrada (de pago) de la temporada en un coso taurino de la comarca, rozándose los tres cuartos.
Y si Cabra abría la exigua temporada en la Subbética, Cabra fue también la que la cerró el 8 de septiembre con un festejo de rejones en el que se lidiaban seis ejemplares de Luis Terrón, que sustituían al hierro anunciado inicialmente de Passanha. Aquella tarde, Andy Cartagena cortó cuatro orejas, compartiendo salida a hombros con Manuel Moreno, que también tocó pelo en cada uno de sus ejemplares (oreja y oreja), mientras que Manuel Manzanares únicamente pudo cortar un apéndice al segundo de su lote en una tarde en la que, como anécdota, la música la pusieron los tendidos (por medio de móviles, silbidos, palmas y tarareos), ya que la banda de música que amenizaba el festejo tuvo que abandonar el coso taurino porque debía acompañar el desfile procesional de la patrona egabrense.
Como queda dicho, la celebración del décimo cuarto Congreso Nacional del Toro de Cuerda en Carcabuey, del 1 al 3 de septiembre, fue tal vez el acontecimiento taurino del año. Previamente a la cita de septiembre, el 4 de marzo,  la Federación Española de Toro con Cuerda (FETC) celebraba en Carcabuey su primera gala en la que se dieron a conocer alguno de los detalles del Congreso, acto en el que se dieron cita representantes de la mayoría de las localidades de la geografía peninsular en las que se celebra este festejo, procediéndose al  nombramiento de Enrique Ponce como embajador del toro de cuerda 2017.
Tras varios intensos meses de trabajo llegó tan esperada cita y Carcabuey se transformaba por completo para dar cabida a los numerosos visitantes que con motivo del evento se desplazaron hasta la localidad, y que según la organización rondaron los 15.000. Cifra a la que hay que se sumaron los 1.500 acreditados pertenecientes a numerosas asociaciones del toro de cuerda procedentes de distintos puntos de la geografía peninsular que participaron en el congreso.
Un éxito que se completó con las dos sueltas celebradas con motivo de la festividad de la Aurora y Nuestra Señora del Castillo que por enésima vez confirmaron que los mal llamados festejos populares, están siendo la auténtica “salvación” para la Fiesta.
Igualmente destacable fueron las sueltas de vaquillas que Almedinilla celebrabas con motivo de su Feria Real de Septiembre y las de Zambra, en la primera semana de octubre, con motivo de las fiestas en honor a Ntra. Sra. de Gracia, y que suponían el cierre del año taurino en la comarca en lo que la celebración de festejos se refiere.
En otro ámbito, hay que destacar la labor realizada por las distintas peñas y asociaciones taurinas de la comarca como responsables, en el caso de Carcabuey, de la organización de un congreso nacional, mientras que en Priego la decana de las misma, organizaba una nueva edición de sus Jornadas Taurinas y procedía a la entrega del premio Neptuno a la ganadería de Miura, mientras que la ACT Coso de las Canteras, organizaba un pregón taurino y en los primeros días de diciembre entregaba sus Premios Taurinos, que han alcanzado la tercera edición.
A nivel institucional, cabe reseñar la apuesta decidida que los consistorios de Almedinilla y Carcbuey en la organización de festejos taurinos en sus respectivas localidades.  En el caso de Almedinilla realizando una importante aportación para la celebración del festejo del 1 de mayo, mientras que en Carcabuey, su aportación al congreso ha sido también muy importante. No podemos decir lo mismo en el caso de Priego, donde el cambio en el gobierno municipal provocó la casi desaparición de la comisión taurina, órgano asesor creado por los anteriores gestores municipales, y lo que es aún peor, se negó en rotundo cualquier ayuda a la empresa que gestiona Las Canteras, con el argumentario de que la cantidad disponible para temas relacionados con la tauromaquia, procedente de una subvención de Diputación, debía invertirse obligatoriamente en la organización de unas jornadas que hasta el 31 de diciembre, o sea, hasta ayer mismo, no se han celebrado, por lo que la partida económica ha desaparecido en el limbo de los despachos….
Y hasta aquí, lo que ha sido este suscinto balance de la temporada taurina en la Subbética en el año 2017, con el firme propósito que el año que hoy arrancamos sea aún mejor y junto a la consolidación de Almedinilla, y la recuperación de Lucena, Priego vuelva a contar con su festejo en Semana Santa y una feria de Septiembre de nivel, y Cabra encuentre una empresa que la mantenga el nivel del coso en las cotas alcanzadas en los últimos años, siendo también conscientes de que en Carcabuey, el toro de cuerda seguirá y seguirá creciendo gracias al trabajo de colectivos e instituciones que, a diferencia de lo que ocurre en otros puntos de la comarca, reman en el mismo sentido. Desde este humilde blog, intentaremos ir dando puntual cuenta de todo lo que suceda, con el firme propósito de trasladar a los aficionados los actos más significativos que se vayan celebrando en la comarca con el Toro y la Fiesta como protagonistas.
¡Feliz y muy taurino 2018!!

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