La celebración del Congreso Nacional del Toro de Cuerda en
Carcabuey ha sido, sin duda alguna, el evento más significativo del año que ayer
finalizaba dentro del panorama taurino de la Subbética, máxime teniendo en
cuenta el más que preocupante descenso en el número de festejos que se ha
producido en la comarca, en la que se ha tocado fondo con los 5 celebrados, a
los que hay que unir, afortunadamente, las sueltas de vaquillas y toros en
Carcabuey (al margen del congreso), Almedinilla y Zambra.
Como ya se barruntaba en los primeros días de enero, el
desarrollo de lo que sería en aquellos días una temporada ilusionante, dependía
en buena medida de la consolidación de Lucena, recuperada en 2016 por la
empresa Campo Bravo, y precisamente de la apuesta que esta empresa realizara en las dos plazas que
gestionaba en la zona, a saber, Cabra y Priego, a la que luego se sumaría
Almedinilla.
El caso de Lucena, como es sabido, ha vuelto a evidenciar
que, o cambian mucho las cosas o esa plaza tiene más que complicada su
“resurrección”, toda vez que en 2017 ha permanecido en blanco, algo que no es
nada nuevo pese a sus once años de existencia. Los intentos de la sociedad
propietaria de buscar una empresa de “garantías” que no volviera a dar una de
las ya famosas “espantás” de los últimos años fueron infructuosos y la
estadística de Los Donceles quedó a cero.
Unos kilómetros más al sur… como ya suele ser habitual desde
2012, último año de coincidencias taurinas, Cabra inauguraba su temporada el 15
de abril (Sábado Santo) con un festejo que pasará a la historia por el indulto
de Ojerizo, de Luis Algarra, lidiado por un extraordinario Miguel Ángel Pereda,
que aquella tarde compartía cartel con Cayetano y Joaquín Galdós.
Con Priego sin toros una Semana Santa más… la positiva
novedad de la temporada fue la celebración en Almedinilla de un festejo mayor
el 1 de mayo, en este caso mixto, en el que se lidiaba un desigual encierro de
Guadalest para Manuel Manzanares, que pasó sin pena ni gloria, mientras que
David Fandila “El Fandi” y Joaquín Galdós, apoderado este último aún por Campo
Bravo, empresa que organizaba el festejo, salían a hombros después de cortar
ocho orejas y dos rabos.
Ante la ausencia de Lucena que en 2016 había recuperado el
festejo del aniversario de su inauguración en el mes de julio, Almedinilla fue
también la siguiente localidad que albergó un festejo taurino, en concreto la
final del Certamen de Escuelas Taurinas, en la que José Antonio “El Lauri”, curiosamente de la Escuela
Taurina de Lucena, fue el ganador, al obtener mayor puntuación que sus
compañeros de cartel aquella calurosa tarde del 29 de julio, José Andrés
Marcillo de la Escuela Taurina La Gallosina, e Ismael Jiménez, de la Escuela
Taurina de Badajoz, que lidiaron unos buenos erales de El Toreo.
Con agosto en blanco, pese a que el día 7 se cumplían los
125 años de la inauguración de Las Canteras, Priego retomaba la actividad
taurina con su tradicional Feria de Septiembre, este año un tanto devaluada en
relación a ediciones precedentes, ya que las dos corridas de toros de 2015 y
2016, se convirtieron, por aquello de la nula aportación económica del
Consistorio, en un festejo de recortadores, con una paupérrima entrada en los
tendidos, y la “tradicional” corrida del 3 de septiembre, en la que,
desgraciadamente, el palco presidencial se convirtió en el desagradable
protagonista de la tarde. Al margen de la “pañolada”, para la estadística
quedará que aquella tarde se lidiaron seis ejemplares de Lagunajanda, el
tercero de muy buen juego, y al que Manuel Escribano realizó una de las mejores
faenas de la temporada en la Subbética, junto a la ya comentada de Perera en
Cabra. David Fandila “El Fandi”, que hizo el paseíllo infiltrado lo que mermó
notablemente su actuación, y Juan José Padilla, completaron el cartel de
aquella tarde en la que se registró la mejor entrada (de pago) de la temporada
en un coso taurino de la comarca, rozándose los tres cuartos.
Y si Cabra abría la exigua temporada en la Subbética, Cabra
fue también la que la cerró el 8 de septiembre con un festejo de rejones en el
que se lidiaban seis ejemplares de Luis Terrón, que sustituían al hierro
anunciado inicialmente de Passanha. Aquella tarde, Andy Cartagena cortó cuatro
orejas, compartiendo salida a hombros con Manuel Moreno, que también tocó pelo
en cada uno de sus ejemplares (oreja y oreja), mientras que Manuel Manzanares
únicamente pudo cortar un apéndice al segundo de su lote en una tarde en la
que, como anécdota, la música la pusieron los tendidos (por medio de móviles,
silbidos, palmas y tarareos), ya que la banda de música que amenizaba el
festejo tuvo que abandonar el coso taurino porque debía acompañar el desfile
procesional de la patrona egabrense.
Como queda dicho, la celebración del décimo cuarto Congreso
Nacional del Toro de Cuerda en Carcabuey, del 1 al 3 de septiembre, fue tal vez
el acontecimiento taurino del año. Previamente a la cita de septiembre, el 4 de
marzo, la Federación Española de Toro
con Cuerda (FETC) celebraba en Carcabuey su primera gala en la que se dieron a
conocer alguno de los detalles del Congreso, acto en el que se dieron cita representantes
de la mayoría de las localidades de la geografía peninsular en las que se
celebra este festejo, procediéndose al nombramiento de Enrique Ponce como embajador
del toro de cuerda 2017.
Tras varios intensos meses de trabajo llegó tan esperada
cita y Carcabuey se transformaba por completo para dar cabida a los numerosos
visitantes que con motivo del evento se desplazaron hasta la localidad, y que
según la organización rondaron los 15.000. Cifra a la que hay que se sumaron
los 1.500 acreditados pertenecientes a numerosas asociaciones del toro de
cuerda procedentes de distintos puntos de la geografía peninsular que
participaron en el congreso.
Un éxito que se completó con las dos sueltas celebradas con
motivo de la festividad de la Aurora y Nuestra Señora del Castillo que por
enésima vez confirmaron que los mal llamados festejos populares, están siendo
la auténtica “salvación” para la Fiesta.
Igualmente destacable fueron las sueltas de vaquillas que
Almedinilla celebrabas con motivo de su Feria Real de Septiembre y las de
Zambra, en la primera semana de octubre, con motivo de las fiestas en honor a
Ntra. Sra. de Gracia, y que suponían el cierre del año taurino en la comarca en
lo que la celebración de festejos se refiere.
En otro ámbito, hay que destacar la labor realizada por las
distintas peñas y asociaciones taurinas de la comarca como responsables, en el
caso de Carcabuey, de la organización de un congreso nacional, mientras que en
Priego la decana de las misma, organizaba una nueva edición de sus Jornadas
Taurinas y procedía a la entrega del premio Neptuno a la ganadería de Miura,
mientras que la ACT Coso de las Canteras, organizaba un pregón taurino y en los
primeros días de diciembre entregaba sus Premios Taurinos, que han alcanzado la
tercera edición.
A nivel institucional, cabe reseñar la apuesta decidida que los
consistorios de Almedinilla y Carcbuey en la organización de festejos taurinos en
sus respectivas localidades. En el caso
de Almedinilla realizando una importante aportación para la celebración del
festejo del 1 de mayo, mientras que en Carcabuey, su aportación al congreso ha
sido también muy importante. No podemos decir lo mismo en el caso de Priego,
donde el cambio en el gobierno municipal provocó la casi desaparición de la
comisión taurina, órgano asesor creado por los anteriores gestores municipales,
y lo que es aún peor, se negó en rotundo cualquier ayuda a la empresa que gestiona
Las Canteras, con el argumentario de que la cantidad disponible para temas
relacionados con la tauromaquia, procedente de una subvención de Diputación, debía
invertirse obligatoriamente en la organización de unas jornadas que hasta el 31
de diciembre, o sea, hasta ayer mismo, no se han celebrado, por lo que la
partida económica ha desaparecido en el limbo de los despachos….
Y hasta aquí, lo que ha sido este suscinto balance de la
temporada taurina en la Subbética en el año 2017, con el firme propósito que el
año que hoy arrancamos sea aún mejor y junto a la consolidación de Almedinilla,
y la recuperación de Lucena, Priego vuelva a contar con su festejo en Semana
Santa y una feria de Septiembre de nivel, y Cabra encuentre una empresa que la mantenga
el nivel del coso en las cotas alcanzadas en los últimos años, siendo también
conscientes de que en Carcabuey, el toro de cuerda seguirá y seguirá creciendo
gracias al trabajo de colectivos e instituciones que, a diferencia de lo que
ocurre en otros puntos de la comarca, reman en el mismo sentido. Desde este
humilde blog, intentaremos ir dando puntual cuenta de todo lo que suceda, con
el firme propósito de trasladar a los aficionados los actos más significativos
que se vayan celebrando en la comarca con el Toro y la Fiesta como protagonistas.
¡Feliz y muy taurino 2018!!
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