Miedo me dá lo que está ocurriendo en Granada con el ganado. Hasta ayer se habían echado para atrás 16 toros en tan sólo tres días de feria, rechazándose en un caso hasta nueve ejemplares para el festejo de hoy miércoles, lo que ha provocado que se cambie de ganadería, sustituyendo Torrejandilla a los anunciados de Vegamerhosa.
Y digo miedo porque la feria de Córdoba la tenemos a la vuelta de la esquina y salvo los casos de Fuente Ymbro y Victorino, el baile de corrales parece asegurado, visto lo visto en Granada, donde torillos anovillados saltan al ruedo de la Monumental de Frascuelo y en los corrales se rechazan de una tacada nueve ejemplares, por "presunta manipulación de sus defensas" según el equipo veterinario, y que no quiero ni imaginar el cuajo que tendrían los animalitos.
Cruzaremos los dedos y ojalá que Córdoba, como plaza de primera que es, no sufra el bochorno del timo de las estampitas, vamos, de anunciar corridas con torazos y que luego los veterinarios tengan que sudar la gota gorda en los nueve reconocimientos que les esperan.
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