sábado, 7 de abril de 2012

TARDE DE "GLORIA" PARA DAVID GALÁN EN PRIEGO








FICHA DEL FESTEJO
Ganado: seis toros de Jaralta, bien presentados y noblotes, destacando los lidiados en tercer y cuarto lugar.
Jesús Janeiro Jesulín de Ubrique: estocada caída y trasera (saludos desde el tercio tras leve petición); y estocada tendida y trasera (dos orejas).
Paco Aguilera: pinchazo y estocada (saludos desde el tercio); y pinchazo y estocada (una oreja).
David Galán: pinchazo y dos descabellos (una oreja); y estocada (dos orejas).
Plaza: Las Canteras (Priego). Un cuarto de entrada en tarde entoldada de fría temperatura y leves rachas de viento.
Suele ser casi una norma, no escrita, que el matador que entra en un festejo por la vía de la sustitución es, a la postre, el que muestra más ganas, interés y otros muchos argumentos para conseguir un triunfo que, en la mayoría de las ocasiones, suele llegar.
Para que esta máxima siguiera teniendo validez, hoy en Priego ha ocurrido algo parecido con David Galán, matador malagueño que diez días antes había entrado por la vía de la sustitución en el tradicional festejo del Sábado Santo, en lugar de Miguel Ángel Delgado, tras la ruptura de este último con Fermín Vioque, a su vez empresario de Las Canteras.
Al margen de sustituciones, la de esta tarde ha sido una prueba irrefutable de que, sin carteles con un cierto atractivo, el público no acude a la plaza. Daba auténtica pena ver los graderíos del más que centenario coso prieguense prácticamente vacíos en Sombra y con algo más de ocupación en el Sol, sumando entre ambos un cuarto justo de entrada. Algo que estaba cantado desde el mismo día que se presentó un cartel que, como se ha comprobado, no ha dicho nada a nadie, ni por el regreso a los ruedos de Paco Aguilera, ni muchísimo menos por la inclusión de Jesulín de Ubrique, otrora torero mediático y gran animador de las taquillas en la década los noventa.
Queda dicho que David Galán, desde que hizo el paseíllo, mostró maneras, formas y argumentos de peso para convertirse en el triunfador de una fría tarde, en la que la terna se las vió con un encierro de Jaralta, noblote en líneas generales, y que en algunos casos, se fueron casi sin torear. Éste no fue el caso del tercero, al que Galán recibió con dos largas cambiadas de rodillas, dos verónicas y dos chicuelinas, para rematar con media verónica, saludo capotero que levantó de sus localidades a los espectadores, que hasta ese momento únicamente habían bostezado sin descanso. Bien Galán con el capote y también muy correcto con la muleta, gustándose en las series por la derecha, seis en total, con arrimón final que terminó de convencer al respetable.
En el que cerraba plaza, faena de similar corte, pero mucho mejor aún con la muleta que en su primero, dejando varias tandas con cierto pellizco por el pitón derecho, finalizando con unos aplaudidos molinetes de rodillas, cortando las dos orejas tras una certera estocada.
Acompañó a Galán en su salida a hombros Jesulín de Ubrique, que con mucho oficio, tuvo que mimar al primero de su lote debido a las escasas fuerzas del animal, dejando algún muletazo suelto de bella factura, mientras que en cuarto de la tarde estuvo correcto, sin más, demostrando una vez más la facilidad que tiene para conectar con los tendidos y ganarse el favor del público, luego devuelto en forma de trofeos, en este caso de dos orejas.
Completaba el cartel Paco Aguilera, que se vestía de luces 17 años después de retirarse de los ruedos, algo que se evidenció en exceso en sus dos ejemplares, con demasiadas precauciones y sin encontrar el sitio en su primero, y algo más centrado en el segundo, con el que consiguió ligar varias tandas que recordaron al torero que tanta expectación levantó tras su alternativa. Pero aquello fueron otros tiempos.

NOTA: Fotografías gentileza de ÁLVARO GONZÁLEZ

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